Trabajamos con hormigón de alta resistencia, el cual presenta una resistencia bastante superior a los hormigones tradicionales que conocemos. Es el de alta resistencia el que permite construir infraestructuras de mayor tamaño,que son las más utilizadas actualmente.
Conozcamos la composición del hormigón de alta resistencia
A la mezcla natural del hormigón, se le añaden diferentes aditivos y materiales con los que se consigue una resistencia superior. Algunos de estos añadidos son los siguientes:
- Cementos y áridos, los últimos se extraen tras machacar piedras de gran resistencia. Es importante resaltar la necesidad de que estén libres de impurezas.
- Aditivos. Es crucial el uso de superplastificantes para conseguir las resistencias que alcanzan estos hormigones. El objetivo de su uso es poder manejar cómodamente el material.
- Adiciones, las cuales suelen ser de dos tipos principalmente:
- Humo de sílice. Producto que se obtiene al fabricar el silicio. Su función principal es reducir la exudación y la segregación de los hormigones, dándole así una correcta impermeabilidad.
- Cenizas volantes. Son ocasionadas en la combustión del carbón en las centrales. Estas se usan principalmente en hormigones de color blanco, ya que no oscurecen el material.
¿Cuándo se obtiene un hormigón de alta resistencia?
Podemos decir que un hormigón es considerado de alta resistencia cuando supera los 50N/mm2, mientras que los hormigones que conocemos tradicionalmente solo alcanzan unos 25-35N/mm2.
Algunos de sus campos de aplicación son:
- Creación de edificios, reduciendo las dimensiones de los pilares o columnas, además de ahorrar en otro tipo de materiales.
- Construcción de puentes que demandan características más resistentes de lo común.
- Vigas y pilares en todo tipo de edificaciones.
- Hormigones que se exponen a ambientes agresivos, como podrían ser edificaciones en el mar o con continua presencia de agua.
¿Cuáles son las ventajas que proporciona este tipo de hormigón?
- Mayor resistencia a la compresión, así como menor deformación.
- Inferior peso propio.
- Resistencia superior tanto a la corrosión como a la abrasión, al ser menos poroso y más denso.
- Elevada resistencia al fuego, gracias a lo que no es necesario que la estructura deba someterse a un proceso de ignifugado.
Garantizada la calidad
Los procedimientos de control, tanto al recibir las materias primas para fabricar el hormigón de alta resistencia, como al realizar las comprobaciones sobre el hormigón endurecido, constituyen una garantía de calidad.
Existe un sistema de dosificación de los materiales, el cual permite poder adaptar la fórmula final para obtener el producto final que el cliente desee.
Por último, es importante que el material sea trasladado en óptimas condiciones mediante el uso de camiones hormigoneras.
Aparte de la resistencia, el hormigon con estas características tiene una alta durabilidad. Es por ello que son óptimos para utilizarse cuando hay presencia de agentes agresivos, ya sean químicos o físicos.
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